Semana de la No Discriminación: aprender a respetar las diferencias

Con el inicio del mes de Octubre, conmemoramos en nuestro país la Semana de la No Discriminación, iniciativa que apunta a concientizar sobre la inclusión de las personas con discapacidad. Desde el Colegio Informático “San Juan de Vera” te dejamos estas reflexiones:

Los derechos de una persona a no ser discriminada por ninguna causa están avalados por nuestra Constitución Nacional, que da protección a todas las personas y adopta medidas contra quienes realicen actos discriminatorios por cuestiones de ideologías, raza, religión, sexo, nacionalidad o situación socio-económica.

La Argentina suscribió esta Convención aprobando la Ley 25.280, y más allá del marco legal que avala la igualdad entre todos los hombres, es importante entender que la "no discriminación" pasa sobre todas las cosas por la actitud de cada uno ante el prójimo.

La discriminación es un acto de selección negativa, de separación de una persona o un grupo de personas a partir de criterios determinados y se da de distintas formas. Creerse superior a otra persona y así, maltratarla física y/o mentalmente causando efectos negativos en la otra persona, son formas de discriminar.

Los seres humanos discriminamos, entre otros criterios, por edad, color de piel, nivel de estudios, nivel social, conocimientos, riqueza, color de ojos diferente, orientación sexual.

Esta semana, aprovecha para reflexionar sobre la importancia del respeto en el trato de todos los días de los hombres en general. Cada uno, cuidando el propio comportamiento y evitando los actos propios que causan daño al espíritu ajeno, está haciendo algo contra la discriminación.

Para convivir en armonía, la única clave es saber ponerse en el lugar del otro, sentir lo que él siente. La igualdad por sobre todas las cosas, suele pregonarse, pero no se ve así en la práctica, en el trato a los ancianos, a los hombres de diferentes razas, de religiones diversas, de niños, de mujeres, de discapacitados, de enfermos, de personas en condiciones socio- económicas y/o culturales diferentes.

Cada día de la semana, es una oportunidad para ponernos en el lugar del otro, pensar y ver que las diferencias nos unen, escuchar al otro, compartir algo con alguien que tenga capacidades diferentes a las tuyas, y brindarse a quien lo necesite.